La poesía se puede traducir. Claro que sí. También se puede descuartizar un cuerpo. Ambos actos me resultan sumamente dolorosos. Intento evitarlos.

La poesía se puede traducir. Claro que sí. También se puede descuartizar un cuerpo. Ambos actos me resultan sumamente dolorosos. Intento evitarlos.
Quieren robarnos
la idea de justicia, la esperanza
vernos vencidos, sumisos, agotados
silenciarnos a fuerza de pandemia
convencernos de que es por nuestro bien.
Las mismas tácticas de un mundo viejo
y agotado.
Nosotros venimos de eso, nos decimos,
sabemos por ende también a dónde vamos.
Somos extraterrestres, rebeldes, anarquistas
tanto apodo distinto nos han puesto
que han perdido noción de quiénes somos.
Yo en cambio vengo ahora a descubrirte
luego de tantos años de estar juntos
entre los versos de Brecht que ya no leo.
Y allí te reconozco, imprescindible.